miércoles, 25 de septiembre de 2013

“Esperemos lograr cosas importantes en Deportivo Morón”




Lo afirma el experimentado defensor, Matías Villavicencio. Además, nos cuenta, sus inicios en Independiente, como le fue en Olimpo y San Martin de Tucumán, la experiencia de ir a jugar a China y opina sobre el descenso del Rojo, entre otros temas.

De A.I.F.I al Diablo de Avellaneda

-¿Donde y cuando empezaste a jugar al futbol?

Empecé a jugar al futbol de muy chico, a los seis años. Una vecina mía, llamada Ramona, a quien quiero mucho, me veía jugar todos los días con su hijo y algunos amigos en el campito que se encontraba en frente de su casa, le pidió permiso a mis padres para llevarme a jugar a un equipo de barrio llamado, A.I.F.I . Allí jugué tres años. Luego, a los nueve, comencé a jugar a otra institución, llamada Gimnasio Municipal, situada en Berazategui, mi ciudad.
-¿A qué jugador admirabas de chico?

Siempre admire su forma de juego y su manera de hablar frente los micrófonos de Enzo Francescoli. Era un crack.
-¿Como llegaste a Independiente?

Mis comienzos en independiente fueron medio raros. Porque no es que me fui a probar ni nada por el estilo, ni tampoco se me había cruzado a mi familia llevarme al club, pero un día, jugando para Gimnasio Municipal, disputamos un amistoso contra una de las categorías pertenecientes a las Inferiores de Independiente. Dicho encuentro jugué muy bien, y esto genero que dos chicos  y yo fuimos seleccionados para irnos a probar al Rojo un miércoles. Fuimos ese día, recuerdo que había mas de 100 chicos para probarse, pero solo había dos vacantes. Me probaron diez minutos y me sacaron, yo pensé que había jugado mal, pero no, me dijeron que vaya urgente a ficharme. Así fue como llegue a la entidad de Avellaneda.
-¿Que se siente jugar un clásico de Avellaneda?

Jugar un clásico de Avellaneda siempre fue especial. Desde chico nos inculcaban que era el partido que teníamos que ganar siempre, porque el duelo del barrio. Y gracias a Dios siempre me fue muy bien. En Primera División tuve la posibilidad de jugar cinco partidos contra Racing, tres de verano y dos oficiales, y de ganar los cinco. Es algo hermoso disputarlo. Los que más recuerdo son dos: el primer pleito oficial que se jugué cancha de Racing, cuando La Academia venia de consagrarse campeón después de treinta y cinco años, ya que jugar en su cancha y ganarle dos a uno fue maravilloso, y el otro el que se llevo a cabo en la cancha de River,  cuando le ganamos cuatro a uno con un jugador menos. En ese juego me toco entrar a los 15 del primer tiempo por expulsión de Gaby Milito.
-¿Cuando debutaste en Primera y de la mano de quien?

Debute en Primera de pura casualidad. Recuerdo que ni estaba entrenando con el plantel superior, pero un jueves por la noche, cuando llego en bicicleta de la escuela,  mi papa me dice:” hijo, tenes que ir a concentrar, me llamo Néstor Clausen”, quien por ese entonces era DT mío de la Reserva. Yo no lo podía creer, pensé que me mentía, pero no, fuimos hasta a un hotel que está cerca del obelisco y ahí el presidente del club, Clausen y otros dirigentes me dieron la bienvenida para después irme a mi habitación sin entender el por qué de la convocatoria.
Al otro día, leo en el diario que el entrenador de la Primera de ese momento, Enzo Trosero,  había renunciado y que habían agarrado al equipo Néstor  y el Bocha Bochini. Ese viernes siete de diciembre por la noche fue el día más hermoso y esperado de mi vida, el debut en Primera División, partido que jugué siete u ocho minutos contra Nueva Chicago, y ganamos uno a cero.

Quemero y Santo

-¿Como surgió ir a jugar a Huracán?

Ir a jugar a Huracán surgió porque en Independiente, que por tiempo tenía como el entrenador al Pato Pastoriza, me dijo que vaya a buscar continuidad a otro equipo y que me iba a servir para adquirir más experiencia. Por eso, firme con el Globo. En ese club tuve un año muy bueno y malo a vez. Bueno porque hicimos un gran torneo, estuvimos peleando el ascenso hasta el último día, pero perdimos las dos finales para ascender. Fue una lástima, pero muy bueno, porque dejamos todo por la camiseta. En cambio, lo malo fue que tuve dos operaciones en la ingle que no me permitió jugar todos los partidos, pero fue una experiencia muy linda jugar en una entidad con tanta historia.

-¿Que destacas de tu paso por Olimpo y San Martin de Tucumán?

Lo que destaco de estar en San Martin y Olimpo es que fueron pasos muy distintos. En el equipo de Babia Blanca, tuve la fortuna de salir bicampeón y lograr el record en el Nacional “B”. Nadie, ni River, logro sumar 78 puntos como logramos nosotros en la temporada 2006/2007. Además, también remarco la última etapa allí, ya que el año pasado también pudimos ascender. Asimismo, Olimpo es un club muy especial, porque los hinchas son gente tan buena que te dejan hacer tu trabajo como tiene que ser, nadie molesta. Es un club ordenado y  por eso es siempre pelea por estar Primera División.
Por otro lado, mi paso en el Santo Tucumano, fue algo hermoso, porque el club estaba ordenado en ese momento, pero lo de la gente fue lo mejor que me paso, a mi manera de ver, porque fue, lejos, la mejor hinchada que tuve, porque vivían los partidos con un fanatismo tan especial. Un día, un “loco” me dice:” La Ciudadela (el estadio de San Martin) tiembla”, y yo me reí, pero hoy doy fe que es así, ya que lo que sentí dentro de un campo, jamás lo sentí. Por ejemplo, cuando jugamos contra River cuando e hicimos el gol del empate, tembló la cancha, y esto me provoco tener piel de gallina, fue algo insólito. Encima, terminamos ganando y fue una fiesta.
 También, jugaste en Atlético de Tucumán, ¿cómo era el trato de la gente del Decano hacia a vos?
  La gente de Atlético siempre me miro de reojo, desde que llegue hasta que me fui, porque yo venía de un año muy bueno en lo personal en San Martin, donde la gente me quería mucho, pero nunca entendió el por qué de mi partida a su clásico rival. Por otro lado, la gente de Atlético pretendía que rinda igual que en San Martin, pero yo venía de una operación de meniscos de la rodilla y me costó acomodarme a lo nuevo. En fin, fue espectacular jugar en una provincia tal futbolera, donde San Martin como Atlético merecen estar en Primera.
Su paso por Shanghai Shenhua chino
  Estuviste un tiempo en China, ¿te costó adaptarte a otro idioma y costumbres? Y ¿Como es el futbol allí?
  Estar en China fue una experiencia muy buena, es más, me volvería a ir sin pensarlo. Recuerdo que antes de viajar me enferme porque tenía miedo, me preguntaba “¿qué voy a comer?, “¿con quién voy hablar? Pero, la verdad que la pase muy  bien. Con el idioma se complicaba, pero tenía un traductor todo el día. Comía muy bien, hasta bon o bon argentino conseguía, así que imagínate (se ríe). Por otra parte, en lo deportivo, juegan muy rápido, son todos rápidos, pero tácticamente son muy desordenados. Igual, fue una experiencia muy bella.
–Tenes una amplia trayectoria en el ascenso, ¿recordas alguna anécdota que hayas vivido en este tiempo?
En el ascenso es todo mucho más lindo, porque los grupos son más humildes, se encuentran más amistades. Además, tuve la experiencia de salir campeón y de jugar el  torneo Argentino “A”, cuando defendí la camiseta de Central Norte de Salta, que fui porque yo venía de China, se me cerraba el libro de pases , y para no estar “parado” un tiempo, decidí irme al Norte del país. Al principio me quería matar, porque estaba lejos de mis allegados, pero fue maravilloso mi paso por allí, porque conocí gente muy buena en ese club, donde terminamos peleando por subir al Nacional “B”, llegando hasta la Semifinal y quedando eliminado por ventaja deportiva. En fin, jugar el ascenso es lindo, porque se vive con mucha pasión y humildad.
Villavicencio, Gallo.
   -¿Cómo se concreto tu arribo a Deportivo Morón? Y ¿Para que esta el Gallo en este semestre?
Mi llegada a Morón se dio por la insistencia del presidente (Diego Spina) y el DT (Mario Grana). Si bien tenía una oferta de un equipo del Nacional “B”, me llamaron tanto que terminaron convenciéndome. Además, me sedujo muchísimo el entusiasmo del club y el proyecto que tiene la institución.
Por otro lado, en esta temporada estamos para cumplir el primer objetivo, que es salvarnos del descenso, porque el Gallo arranco muy mal con el promedio, y luego, tenemos en mente pelear los primeros puestos, porque tenemos con que. Así que esperemos lograr cosas importantes.
Independiente y la “B” Nacional
-¿Como viste el descenso del Rojo a la “B” Nacional y como lo ves en ese torneo?
La verdad, el descenso de Independiente no me lo esperaba para nada. Pero, después del descenso de River me di cuenta que cualquiera podría irse a la “B”, pero también pensé “¿justo el Rojo descendió? Fue un balde de agua fría, hasta el día de hoy no lo puedo creer. Me dolió muchísimo verlo descender.

Por otro lado, en ese torneo, veo que todos los equipos se juegan la vida contra Independiente, porque es lógico que se incentiven los jugadores contra este grande. Por otra parte, al equipo de Omar de Felippe, le está costando acostumbrarse a jugar en esa categoría, pero no tengo ni un poquito de dudas de que va a subir y va a salir campeón. Esperemos que este paso por la “B” Nacional le sirva de experiencia y empiece a hacer las cosas bien, para tener un futuro mucho mejor, porque Independiente es de Primera y es el orgulloso nacional.

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